A las fiestas, la mujer del campo acostumbraba llevar puesta su pollera y adornar la cabeza con flores naturales, lo que dio paso a la confección de los tembleques hechos de escama de pescado, pues las flores rápidamente se marchitaban y se perdía el donaire que daban a la mujer.
Luego, empezaron a confeccionarse los tembleques con perlas, costumbre que se conserva hasta nuestros días.
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