Se hacen los locos. En los puestos asignados para embarazadas y discapacitados en el metrobús, se sienta todo el mundo, menos los que realmente deben hacerlo.

Eso lo vivió en carne propia Lilirés Arosemena, de 36 años, quien tiene seis meses de gestación. El pasado lunes 11 de abril, ella abordó un metrobús en la 24 de Diciembre y se llevó tremenda sorpresa cuando en el puesto de embarazada iba cómodamente sentada una mujer joven.

Gentilmente le pidió el puesto a la joven y esta la ignoró, al punto que prefirió ponerse a dormir. Ante la negativa, a Lilirés le tocó viajar hasta la 5 de Mayo de pie.

La historia la volvió a vivir el pasado viernes 15 de abril, pero esta vez tuvo que viajar parada de la 5 de Mayo hasta la 24 de Diciembre.

Para comprobar la experiencia que vivió Lilirés, DIAaDIA ayer abordó con una embarazada un metrobús de la ruta San Pedro-Corredor. Al subir al bus el chequeador le dijo: "Ay mamita, ahora sí que estamos en problema, déjame ver qué hago".

La embarazada se acercó a los asientos asignados para ella y pidió el asiento, pero la señora que ocupaba el puesto de discapacitados le contestó: "soy jubilada y tengo derechos". Al ver esto, la joven que ocupaba el puesto de embarazadas se iba a levantar cuando el chequeador expresó: "Ella tiene un niño" y procedió a levantar a un muchacho que estaba en el primer asiento (al lado del conductor y la puerta de entrada), a quien no le pareció nada gracioso ceder su silla, ya que hizo un gesto de desaprobación (le chupó) al trabajador del metrobús.

A la embarazada no le quedó de otra que viajar en el puesto delantero, que es uno de los más peligrosos del vehículo.

DIAaDIA contactó a representantes de Mi Bus, quienes manifestaron que la autoridad en la unidad es el operador, no el chequeador, pero que este es un problema de cultura.

"El operador está para conducir el bus, pero hay varios de ellos que han sido agredidos. Ya no son como antes que te decían o te paras o te bajas". Ante esta realidad, hacen un llamado a la cortesía.

CHOFER

Lilirés cree que el operador del bus debe estar pendiente de quién ocupa los puestos de las embarazadas.