Le gusta trabajar con sus pacientes. (Foto: EVERTON LEMON / EPASA)
Viola Guevara Gallimore
| DIAaDIA
Dedicada a sus pacientes. La profesora Esther nunca pensó que lo que para ella era un pasatiempo se convirtiera en su sustento, y que a través de este, también lograra ayudar a enfermos de Parkinson.
ES DISEñADORA
Esther Guerra es una panameña, quien luego de graduarse del colegio inició estudios en diseño gráfico y publicidad a nivel universitario.
A parte de que laboraba de ello, como "hobby" se dedicaba a la práctica de Chi-kung y Tai-chi. "Lo hacía como algo personal, por ejercicio y salud", comentó la joven.
Poco a poco se fue insertando en este mundo hasta que le nació el interés de dar clases para que otras personas al igual que ella, aprendieran sobre el tema. Fue así como se convirtió en profesora de Tai-chi.
LES DA TERAPIA
Entre tantas clases que impartía, Guerra logró llegar a pacientes con mal de Parkinson, fue así como un día entró a la Clínica de Parkinson del Hospital Santo Tomás (HST), adonde llegó sólo por un día para que los pacientes recibieran terapias de relajación. Allí lleva ya tres años. Esther contó que su mayor satisfacción es que a través de estas clases que brinda, los pacientes con mal de Parkinson pueden mejorar su calidad de vida debido a que los ejercicios son de beneficio para el cuerpo de estas personas.
Actualmente a profesora Esther le dedica tres días a la semana a la clínica, aparte de impartir clases de rutina en otros lugares.
TRAYECTORIA
La profesora Esther ama lo que hace, se dedica al Tai-chi desde hace ocho años.