Clark, además de ser presentador de TV, era productor y promotor de jóvenes talentos en la industria discográfica, pero, sobre todo, revolucionó la música pop a través de su popular programa "American Bandstand".
El empresario había sufrido un derrame en 2004, pero eso no impidió que retomara las riendas de sus programas y, según dijo a la cadena ABC su representante artístico, Paul Shefrin, murió de un "ataque cardíaco masivo".
El anuncio de la muerte provocó un torrente de tributos de celebridades a través de las redes sociales, y de homenajes improvisados en los principales canales de la televisión estadounidense.