
Chap mira con nostalgia el féretro de su hijo quien dio glorias en el deporte a este país.
Foto: ROBERTO BARRIOS
Chap mira con nostalgia el féretro de su hijo quien dio glorias en el deporte a este país.
Foto: ROBERTO BARRIOS
Chap mira con nostalgia el féretro de su hijo quien dio glorias en el deporte a este país.
Foto: ROBERTO BARRIOS
Colocaron camisetas de los equipos donde jugó.
Aquí, cuando salían hacia en cementerio de Juan Díaz.
“Siempre recordaré de Gilmar la alegría que siempre irradiaba y la sonrisa que siempre tenía en su rostro”.
Yelena González
“Su sonrisa siempre quedarán en mi mente. Tenía un gran don de gente y buena personas”.
Olga Romero
Chap mira con nostalgia el féretro de su hijo quien dio glorias en el deporte a este país.
Foto: ROBERTO BARRIOS
Colocaron camisetas de los equipos donde jugó.
Aquí, cuando salían hacia en cementerio de Juan Díaz.
“Siempre recordaré de Gilmar la alegría que siempre irradiaba y la sonrisa que siempre tenía en su rostro”.
Yelena González
“Su sonrisa siempre quedarán en mi mente. Tenía un gran don de gente y buena personas”.
Olga Romero
Chap mira con nostalgia el féretro de su hijo quien dio glorias en el deporte a este país.
Foto: ROBERTO BARRIOS
Colocaron camisetas de los equipos donde jugó.
Aquí, cuando salían hacia en cementerio de Juan Díaz.
“Siempre recordaré de Gilmar la alegría que siempre irradiaba y la sonrisa que siempre tenía en su rostro”.
Yelena González
“Su sonrisa siempre quedarán en mi mente. Tenía un gran don de gente y buena personas”.
Olga Romero
Chap mira con nostalgia el féretro de su hijo quien dio glorias en el deporte a este país.
Foto: ROBERTO BARRIOS
Colocaron camisetas de los equipos donde jugó.
Aquí, cuando salían hacia en cementerio de Juan Díaz.
“Siempre recordaré de Gilmar la alegría que siempre irradiaba y la sonrisa que siempre tenía en su rostro”.
Yelena González
“Su sonrisa siempre quedarán en mi mente. Tenía un gran don de gente y buena personas”.
Olga Romero
Chap mira con nostalgia el féretro de su hijo quien dio glorias en el deporte a este país.
Foto: ROBERTO BARRIOS
Colocaron camisetas de los equipos donde jugó.
Aquí, cuando salían hacia en cementerio de Juan Díaz.
“Siempre recordaré de Gilmar la alegría que siempre irradiaba y la sonrisa que siempre tenía en su rostro”.
Yelena González
“Su sonrisa siempre quedarán en mi mente. Tenía un gran don de gente y buena personas”.
Olga Romero
Desde niños hasta adultos acudieron, a la Basílica Don Bosco a despedir a Gilmar Torres, de 26 años, quien fue asesinado de un tiro en el pecho el domingo cuando conducía su carro por el Corredor Sur.
Ni un alfiler cabía en la iglesia, donde la mayoría de los presentes coincidieron con la manera de pensar del sacerdote quien dijo que es hora que el deporte sea una profesión, pues Gilmar les inculcó ese amor al deporte a muchos niños y adolescentes.