"¡Ay!, me duelen mis pies". Esta expresión es muy común al llegar a casa, después de un largo día de trabajo. Si los pies hablaran, todos se sorprenderían. Esta es una de las partes del cuerpo que más pasa trabajo durante todo el día. Puede que usted realice actividades de pie o utilice zapatos altos. Siga esta sesión, no le tomará mucho tiempo y será placentera:

• Quítese los zapatos, medias y deje respirar esos pies cansados.

• Échese en la cama y repose sus pies, apoyándolos sobre la pared, alrededor de unos diez minutos.

• Sumérjalos en un recipiente con agua tibia y sal, junto a unas gotas de aceite de menta.