Anda errante. Desde hace una semana, un rey de apariencia muy humilde y ropas sencillas se encuentra en la Plaza de la Independencia, en San Felipe, con ganas de ser atendido por el Presidente de la República.

Ese visitante ilustre es Valentín Santana, rey de los indígenas Naso-Teribe, y lo único que pide es que la empresa ganadera que le quitó las tierras a su pueblo, que por derecho ancestral les pertenecen, se las devuelvan.

A pesar de ser rey, Valentín no goza de mayor privilegio que el respeto que le profesa su gente, además de su principal labor que es velar por el bienestar de su pueblo.

¿QUIENES LO ELIGEN?

Se informó que el rey de los Naso-Teribe se escoge mediante voto popular que ejercen todos los nasos mayores de 15 años, sin importar su sexo. Otro dato importante es que los únicos que pueden postularse a rey son los miembros de la familia Santana.

Esto es así porque tradicionalmente se han ganado ese derecho y el pueblo así lo ha respetado, explicó Edel Sánchez, uno de los miembros del pueblo Naso.

Manifestó que el que un rey pueda ser despojado de su investidura real depende de su comportamiento y por tomar decisiones sin consultar a la Asamblea General Naso.

Agregó que su rey tiene la importancia y merece el mismo respeto que le dan los panameños al Presidente, lo que no ha ocurrido en esta ocasión. Él recuerda con tristeza como en los años del general Torrijos, a su rey se le ponía escolta policial, y se le instalaba en los mejores hoteles cada vez que venía a la capital.