
Edward seguía al pie de la letra todas las instrucciones, pues desde ya quiere acomplarse a sus nuevos deberes.
Foto: EVERGTON LEMON
Edward seguía al pie de la letra todas las instrucciones, pues desde ya quiere acomplarse a sus nuevos deberes.
Foto: EVERGTON LEMON
Edward seguía al pie de la letra todas las instrucciones, pues desde ya quiere acomplarse a sus nuevos deberes.
Foto: EVERGTON LEMON
Aquí, mientras lo juramentaba.
Edward junto a sus padres.
Cuando le colocaban los pines.
Edward seguía al pie de la letra todas las instrucciones, pues desde ya quiere acomplarse a sus nuevos deberes.
Foto: EVERGTON LEMON
Aquí, mientras lo juramentaba.
Edward junto a sus padres.
Cuando le colocaban los pines.
Edward seguía al pie de la letra todas las instrucciones, pues desde ya quiere acomplarse a sus nuevos deberes.
Foto: EVERGTON LEMON
Aquí, mientras lo juramentaba.
Edward junto a sus padres.
Cuando le colocaban los pines.
Edward seguía al pie de la letra todas las instrucciones, pues desde ya quiere acomplarse a sus nuevos deberes.
Foto: EVERGTON LEMON
Aquí, mientras lo juramentaba.
Edward junto a sus padres.
Cuando le colocaban los pines.
Edward seguía al pie de la letra todas las instrucciones, pues desde ya quiere acomplarse a sus nuevos deberes.
Foto: EVERGTON LEMON
Aquí, mientras lo juramentaba.
Edward junto a sus padres.
Cuando le colocaban los pines.
Los años y los días para este niño han sido difíciles, pues desde que nació padece de insuficiencia renal crónica, por lo que hace un año debe acudir, tres veces a la semana, al Hospital de Especialidades Pediátricas, ubicado en Vía España, para someterse a hemodiálisis.
Ayer, Edward fue llevado de sorpresa, por sus familiares al cuartel Ricardo Arango, ubicado en Ave Cuba, donde a través de una ceremonia, los más altos rangos de esta entidad lo acreditaron como miembro de la brigada infantil de la Institución.
Inmediatamente fue uniformado con su pantalón caqui, suéter rojo, su casco y pines de la institución, en ese momento los ojos de alegría del niño eran evidentes. Como una camisa roja más, captaba todas las órdenes de los superiores y las repetía. “No temo a ir sofocar un fuego y estoy dispuesto. Siempre quise ser bombero y estoy agradecido por hacerme formar parte del BCBRP”, dijo Edward.
Yaneth Aguirre, madre del niño, trataba de sacar fuerzas para que las lágrimas no salieran al ver la mirada de felicidad de su pequeño hijo. “Edward es algo grande y hermoso en mi vida. Es muy cariñoso, por eso se gana la voluntad de quien lo conoce. Es tan brillante, que a pesar de su padecimiento, se ganó una beca por sus calificaciones”, dijo la madre.
Durante los primeros días del año de hemodiálisis, fue grave la situación para el niño, pues sufrió tres paros cardiacos, salió sin caminar y después de cuatro meses volvió a caminar”, aseguró la madre.
Edward cursa el cuarto grado en la Escuela Santa Teresa de Jesús en las Garzas de Pacora y es el último hijo de cuatro hermanos.
Las alegrías para este niño no se detenían, pues recibió un carro de extinción de juguetes, una laptop y como si fuese poco, hizo un recorrido en un carro bomba donde las patrullas y las sirenas hicieron sonreir al pequeñín.