Ayer le detallamos qué es la preeclampsia y sus síntomas. Bueno, recuerde que es una enfermedad que tiene remedio y se puede evitar si la mujer toma precauciones.
TRATAMIENTO
El único tratamiento conocido para la preeclampsia es el parto. Sin embargo, si éste pudiera ser prematuro, la enfermedad se puede manejar con reposo en cama y realizar el parto tan pronto como el bebé tenga buenas probabilidades de sobrevivir fuera del útero. Las pacientes con este problema, generalmente se hospitalizan, pero a veces se pueden tratar en forma ambulatoria con un cuidadoso control de la presión sanguínea y del peso, además de exámenes de proteína en la orina.
Lo ideal es tratar de mantener bajo control esta enfermedad hasta que se pueda lograr un parto después de 36 semanas de embarazo. En casos graves de preeclampsia, si el embarazo sobrepasa las 28 semanas, se opta por el parto. En embarazos de menos de 24 semanas, se recomienda el parto inducido, aunque las posibilidades de supervivencia del feto son mínimas.
Durante la inducción del trabajo de parto y el parto propiamente dicho, se suministran medicamentos para prevenir las convulsiones y mantener la presión sanguínea bien controlada.
El parto se puede inducir si se presentan algunos de los siguientes síntomas:
PREVENCION
Actualmente, no se dispone de métodos de prevención; es importante para todas las mujeres embarazadas, obtener atención prenatal temprana y continua. Esto permite el reconocimiento y tratamiento temprano de condiciones como la preeclampsia.
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