HISTORIAS
Amor y fidelidad

Redacción | DIAaDIA

Ésta es una historia sobre el verdadero amor de esposos. No hay nada tan desagradable, como un esposo o esposa llenos de amargura que agreden y desvalorizan a su cónyuge. A la vez, nada es tan hermoso como una relación amorosa que responde al magní­fico plan de Dios.

Un cirujano fue testigo de este brillante testimonio, que quizás llegue a conmoverlo. Él estuvo junto al lecho en que yace una joven mujer, el rostro propio de un post-operatorio, la boca torcida por la parálisis, grotesca. Una pequeña porción de su nervio facial, el que iba a los músculos de la boca, ha sido seccionado. Su rostro quedará así­ de ahora en adelante. El cirujano habí­a seguido con fervor religioso la curva de tejido, se lo puedo asegurar. Sin embargo, para quitar el tumor de su mejilla, era inevitable cortar ese pequeño nervio.

Su joven esposo está en la habitación. Se encuentra del otro lado de la cama y parecen estar juntos bajo la luz mortecina de la lámpara, ajenos a mi presencia, solos. ¿Quiénes son, me pregunto, él y esta boca torcida que he creado, que se miran y se acarician tan generosamente, con tanto anhelo? La joven esposa habla primero.

"¿Quedará siempre así­ mi boca?", pregunta. "Sí­", le respondo. "Quedará así­, porque cortamos el nervio". Ella asiente, en silencio. Pero el hombre joven sonrí­e.

"A mí­ me gusta", dice, "es simpática".

Sin dudarlo, se inclina y la besa en la boca torcida, y yo estoy tan cerca que puedo ver cómo tuerce sus propios labios para acomodarse a los de ella y mostrarle que aún se pueden besar. Eso me asombró.

Ciudad de Panamá 
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