Imagínense, que la recién casada actriz y cantante, Lindsay Lohan, decidió celebrar su boda en un club nocturno de la ciudad, donde no paraba de fumar y tomar cócteles. ¡Qué les parece!
Lohan aprovechó el momento para informar sus planes de querer ser embajadora de la infancia en la India.
La rumba fue tan grande que terminó a la madrugada del pasado domingo.
Según se rumoró, Lindsay deseaba limpiar su imagen haciéndole creer al mundo que ya cambió y dejó sus vicios atrás. ¡Bien por ella!