Digno de admiración.

¿Cuántas veces habremos renegado de nuestra suerte y habremos creído que nuestros problemas son los más grandes del mundo? Pero cuando menos lo esperamos, encontramos a personas que son ejemplo de fe, de vida y nos demuestran la buena dosis de humildad que tienen.

Un ejemplo de ello lo constituye Edilberto Alveo, un chico coclesano que padece de glaucoma congénita, enfermedad por la que perdió la visión. Sin embargo, eso no ha sido impedimento para que él se desempeñe como deportista.

Y es que "Edi" como lo llaman sus amigos, es un especialista de la velocidad, ya que es corredor de 100, 200 y 400 metros planos.

Su destreza o habilidad es tal, que ya se ha destacado en los Juegos PARACODICADER. Pero eso no es todo, pues fuera del tartán, también muestra su habilidad en la música. Su pasión por ella es tal que estudia en la Escuela de Bellas Artes Aquilino Tejeira en Penonomé.

Y como los estudios son parte de su vida, él necesita una grabadora digital para poder seguir desarrollándose.

"Es un instrumento esencial para usar en las clases de música; mis compañeros pueden leer pentagrama y yo tengo que hacerlo mentalmente y aprenderme todas las clases de todas las materias", dijo.

"Siempre he querido una grabadora digital para no usar cassette, porque para mí es difícil, porque a veces tengo que grabar diferentes clases en el mismo cassette y mi padre no tiene los recursos para comprarme las cajas que ahora son escasas", añadió.

Para Edilberto, la grabadora sería esencial, pues la utilizaría en las clases de solfeo, conjunto instrumental y piano, aunque reconoció que el acordeón es su instrumento favorito.

La vida de Edilberto no ha sido fácil, pero lejos de ponerse a llorar o a maldecir por su suerte, él sueña con ser alguien importante. Para dar un paso hacia adelante sólo pide una grabadora digital...

PERSONALIDAD

Estamos ante un chico muy vivaz, que habla con soltura, que no tiene pena y lo mejor es que sabe lo que quiere y lo que necesita para lograrlo.