¡Qué sufrimiento! Es una de las frases que usualmente dicen las personas cuando conocen el dolor tan grande que pasó Jesús al ser flagelado.
El sacerdote Alexis Mosquera expresó que una de las muestras fehacientes de la Pasión de Cristo es el Manto de Turín, que es una pieza de lino con la que se cubrió el cuerpo del Salvador después de su fallecimiento. Mide 3 pies y 7 pulgadas de ancho, y 14 pies y tres pulgadas de largo.
Flagelación
El "flagellum" fue el azote con el que golpearon a Jesús, estaba compuesto por tiras de cuero unidas y en las puntas se le ataban bolas de hierros o pedazos de huesos de ovejas. Éste azote rasgaba la piel, el contacto de las bolas con la piel eran tan fuertes que desgarraban los músculos.
El flagelado estaba desnudo y sus manos eran atadas a un poste. Así que las partes lastimadas eran la espalda, nalgas y piernas.
MAS DOLOR
Después de ser azotado, a Jesús se le colocó una túnica, la misma se pegó a las heridas de su piel. Más tarde cuando le arrancaron la túnica tuvo que haber pasado por un dolor más intenso, pues sus heridas se reabrieron.
La burla
Una de las mofas que se le hicieron a Jesús, fue la confección de la corona de espinas, que los romanos le colocaron en su cabeza.
Sin embargo, el padre Mosquera manifestó que la corona era en forma de casco, pues los reyes en esa época utilizaban una similar, quiere decir que las espinas le cubrían toda la cabeza.
Según estudios realizados al Manto de Turín, la parte de la cabeza con más heridas era la nuca ¿la razón?, es que mientras Jesús caminada hacia el Calvario, él cargaba el "patibulum" que golpeaba su nuca enterrándole las espinas.
Otras investigaciones enmarcan que los clavos fueron incrustados en las muñecas y no en las manos, ya que los romanos consideraban que la muñecas pertenecían a las manos y que éstas podían soportar más, los clavos que al ser enterrados en el Mesías, le cogieron los nervios.
¡FALTA DE RESPIRACION!
Cuando Jesús fue crucificado, llegó un punto en el que no podía respirar, sus pulmones se llenaron de agua y trataba de buscar aire, moviéndose de arriba hacia abajo y hacia arriba, pero el dolor en las muñecas y en los pies era intenso, así que tenía que contener la respiración y mantenerse lo más erguido e inmóvil posible.
Una de las frases que mencionó Jesús antes de fallecer fue "Perdonalos porque no saben lo que hacen". Esto es muestra de la bondad y de la misericordia de este hombre. Y si él perdonó a quienes le hicieron tanto daño, nosotros debemos seguir su ejemplo.