Muy colorido. Cuando usted pasa por vía Argentina, nunca hubiera podido imaginar todo lo que hace un vendedor de muñecos inflables para captar clientes.
Desde hace diez años, desde Coclé, Rosendo Santana viene todos los fines de semana a la ciudad, a vender sus muñecos, puesto que el resto de la semana se dedica a otras funciones en su residencia coclesana.
Aunque no tiene un puesto permanente, de palma a palma, similar a un tendedero de ropa, cuelga coloridos muñecos inflables para llamar la atención.
Rosendo comentó que le da gracias a Dios, porque con este trabajo ha logrado mantener su hogar y no se queja, a pesar de que las autoridades, donde lo ven, siempre lo molestan.
Según este trabajador incansable, le encanta realizar este oficio que lo ha ayudado a conocer a muchas personas con las que ha cultivado una verdadera amistad.
Considera que para trabajar, sólo hay que tener la disposición, porque sí hay qué hacer, y no hay necesidad de estar perdiendo el tiempo en cosas que sólo traen desgracias a la vida de las personas.
Dice que los muñecos más buscados son los pequeños, porque son los que entretienen a los bebés.
Los precios son mejores, hay para todos los bolsillos, desde B/. 2.00 hasta B./25.00.
Rosendo consigue la mercancía por medio de un proveedor que sabe que él es una persona responsable y sigue dándole productos para que los venda.
MERCANCIA
Rosendo vende desde bolas hasta piscinas inflables que gustan mucho a los niños.
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