"Los estudiantes de hoy nos comprometemos ante Dios a estudiar, a ser veraces y honrados. Solo la educación, la verdad y la honradez transformarán a nuestra patria". Este es el juramento que realizan todos los estudiantes del país en cada acto cívico, especialmente, el día lunes, durante el saludo a la bandera, pero no pareciera ser reflejada en algunos centros educativos, que pierden la compostura y terminan siendo los malos de la película ante sus reclamaciones.

HAY QUE HACER LA DIFERENCIA

En los últimos días, la ciudadanía ha sido testigo de la forma pacífica de protesta que ha implementado el Instituto Fermín Naudeau para alcanzar las mejoras en este centro educativo. Cero cierre de calles, nada de enfrentamientos con antimotines y han abogado por el diálogo. Sin embargo, no se puede ocultar que hay otros alumnos que dejan mucho que decir y parece que en ellos no ha calado en nada el Juramento del Estudiante o parece que no se lo han aprendido bien, ya que en sus manifestaciones terminan vandalizando las instalaciones del centro educativo al que pertenecen, pese a que su objetivo de lucha son las mejoras para aquellas aulas del saber.

"ORGULLOSOMENTE..."

Esa es la frase que vociferan a todo pulmón algunos ex alumnos de los diferentes planteles del país cuando escuchan hablar de su alma máter, pues consideran que lo que aprendieron académicamente y en valores no se los quitará nadie y es una herencia que los caracteriza en el lugar que se encuentren.

Para algunos docentes consultados por DIAaDIA, es satisfactorio dirigir a una masa estudiantil que tiene visión de futuro y que ejerce un liderazgo admirable.

Alegan que verlos expresarse, a pesar de que los ánimos están caldeados, es una gran muestra de civismo y de ejemplo hasta para las propias autoridades de turno.

CONTROL

Esa fue una de las técnicas que aplicó la familia nodoísta durante su marcha hacia la Presidencia de la República.