Con más de 60 años de construcción, este sistema de alcantarillado no responde al crecimiento poblacional de esta zona y desde hace mucho tiempo los moradores confrontan serios problemas con los malos olores y el constante derrame de aguas residuales que se registra durante todas las épocas del año.

La profesora Delfina de Castro, directora del plantel, no descartó que si los desbordamientos continúan de esta forma, tendrán que tomar la medida de suspender las clases, porque no pueden poner en riesgo la salud de los estudiantes y del personal docente.

Señaló que frente al derrame de aguas negras registrado este fin de semana, se aplicará una solución paliativa durante estos días para garantizar que los niños tendrán seguridad dentro de la escuela. El primer pabellón fue cerrado momentáneamente debido al gran desbordamiento que se dio, a pesar de que según los propios docentes y estudiantes, los olores son insoportables en todos los lugares, por lo que dijeron que es urgente que se solucione esto con la construcción de un nuevo alcantarillado.