La naturaleza se hizo sentir.
Una fuerte tromba de agua, acompañada por tres granizadas, provocó que el partido Sevilla-Barcelona se demorara al menos tres cuartos de hora, hasta que el árbitro cántabro, Fernando Teixeira, decidió suspenderlo definitivamente con el acuerdo de los dos clubes.
Numerosas zonas del campo, sobre todo la banda de fondo, quedaron inundadas con varios centímetros de profundidad.
|