No hubo gol y todo se decidirá la próxima semana en el choque de vuelta en Old Trafford.
Barcelona y Manchester United vieron ayer frustradas sus intenciones de anotar en el Camp Nou, luego que ambos plantaron una verdadera muralla defensiva en el partido de ida de las semifinales de la Liga de Campeones, que dejó al "crack" Leo Messi y al niño "mimado" Cristiano Ronaldo con las ganas de poner a celebrar a sus respectivas hinchadas.
El encuentro, jugado ante un lleno completo en la capital catalana, presentó a un equipo blaugrana que, dirigido por la "Pulga" Messi, se mostró como en sus mejores tiempos, desdibujó al favorito rival e hizo recordar que la "Champions" aún no tiene dueño.
Sin embargo, y pese a manejar el balón durante la mayor parte del tiempo, los de Frank Rijkaard se vieron mermados ante la inesperada salida del desequilibrante Messi, que fue sustituido por Bojan al minuto 62, y no pudieron sellar la victoria.
De esta forma, los "Diablos Rojos" de Sir Alex Ferguson se llevaron la mejor parte, pues aunque desperdiciaron dos claros puntos, tras el fallido cobro de penal de Cristiano Ronaldo al tempranero minuto 2, regresaron a Manchester con un valioso empate de visita con el que saldrán a jugar en su "Teatro de los sueños".
CARA A CARA
Lionel Messi impuso un ritmo infernal y creó peligro; mientras Cristiano Ronaldo fue opacado en su totalidad y hasta lució impreciso.