Su preocupación se hizo realidad. Solo habían pasado ocho horas desde que los moradores del caserón 9116, en la calle 9 Herrera, protestaron por el deterioro del inmueble cuando un balcón se desplomó.
Ellos pedían que se reubicaran en otras viviendas, pero lo que recibieron fue un susto por el desplome que dejó incomunicadas a dos familias.
Sally Ayarza, una de las inquilinas, explicó que en varias oportunidades habían solicitado que el MIVI los mude para no vivir en el peligro.
Destacó que el accidente pudo ser grave porque hacía pocos minutos que varios niños caminaban por el balcón.
Los Bomberos, el SINAPROC y la Policía llegaron para atender la emergencia que ocurrió el martes.