Con la ayuda de Dios sale adelante. Arturo Molina De León, de 28 años, es un joven que le pone un toque especial a su trabajo de barbero.
Desde hace ocho años se inició en esta labor y desde entonces no ha perdido el tiempo en ir mejorando. Expresó que su padre Arturo Molina, quien falleció, le regaló su primera máquina de cortar cabello. A partir de allí empezó a hacer sus pinitos con su papá, amigos y vecinos. "La verdad le doy gracias a todas esas personas que desde el principio me ayudaron, porque con esta profesión hoy puedo darle un bienestar a mi familia", adujo Arturo.
Contó que empezando este negocio tuvo la oportunidad de administrar una barbería por seis meses y eso le ayudó a que ahora él administre su propia barbería llamada Blessing, ubicada en Calle 24, Calidonia.
En su negocio, Arturo da la oportunidad a siete barberos y un aseador para que trabajen con él, por ende puedan ganarse dinero honradamente.
"Cuando empecé hacía cosas que no estaban bien, pero las personas que más sabían me ayudaban y me enseñaban los tips para como hacer las cosas. Me enseñaron a cómo borrar las líneas, a cortar las patillas, agarrar la máquina, entre otros", expresó el barbero.
Esta barbería permanece los siete días de la semana abierta y ofrece precios asequibles a las personas. Además afirmó que a su edad no es fácil administrar un negocio, porque como todo joven hay tentaciones de comprar tantas cosas, pero tiene que poner de primero sus prioridades.
METAS
Arturo está dispuesto a enseñar a hacer cortes a quien quiera aprender. Es la manera en que puede agradecer a aquellos que lo corrigieron a él.
Arturo quiere terminar su lLcenciatura en Negocio Marítimo.
