Guardan sus cutarras en el bolsillo. (Foto: JORGE EMILIO SILOT /EPASA)
Jorge Emilio Silot
| DIAaDIA
Alegría, saloma, lodo y camaradería entre amigos, familiares y vecinos. Esto fue lo que se vivió en El Sesteadero de Las Tablas, donde parte de nuestra campiña interiorana trata de impedir que las casas de quincha desaparezcan.
NO LO PUEDE PERMITIR
Ante esta realidad, Gilberto Herrera, ni corto ni perezoso, anunció a sus vecinos y familiares la convocatoria para una junta de embarre, de tal manera que se fortaleciera la unidad del pueblo y los lazos de amistad. Este es su aporte para mantener la tradición.
HERRAMIENTAS LISTAS
DIAaDIA conoció que por varios días, tanto el dueño de la nueva casa como sus familiares se dieron a la tarea de buscar los materiales naturales, tales como la paja, la madera, cañaza, bejuco colorado, sogas...
Una vez reunidos esos elementos, entonces procedieron a armar la estructura de la vivienda. Esto se conoce entre los campesinos como el proceso de "enjaular la casa". Para esto se emplean varas de madroño y bejuco colorado.
El día antes de la embarra, la familia anfitriona pica la paja y en la noche se tritura la tierra arcillosa, además se le echa mucha agua para ir preparando la mezcla.
LLEGO EL DIA
Hombres y mujeres van llegando el día de la junta de embarre. Frente a este panorama, las mujeres comienzan a preparar el desayuno, que pueder ser carne guisada o hígado, muchas tortillas asadas y café. Para el almuerzo nunca falta la sopa de res con arroz blanco. También se prepara la carne para asarla con yuca sancochada. Para este brindis, ellos mismos matan la vaca.
Mientras tanto, simultáneamente, los hombres hacen cadenas humanas acompañada de salomas y van pisando la paja con la mezcla de lodo para hacer las pelotas de barro e ir pegándola en la casa ya "enjaulada" y que se le denominará "de quincha". Así, en medio de gritos y la alegría de cooperar, se le va dando forma a la vivienda.
Y para complementar este jolgorio familiar se le suman los tambores, las cajas, las cantalantes y se forma el tamborito, en los que jóvenes y viejos disfrutan de cooperar para construir una nueva casa de barro. Joo, y uno que otro copetín nunca están de más.
FACETAS DEL FOLKLORE
La junta de embarre tiene intrínsecos importantes valores de índole cultural, social, folklórica, gastronómica y arquitectónica. Esto se debe a que en un mismo lugar convergen el tamborito, la saloma, la murga, la comida criolla, la alegría, la generosidad de los asistentes y los conocimientos técnicos de métodos constructivos artesanales, entre otros.