‘Va a ser una herida difícil de curar’

Las victorias de Tauro (1-0 sobre Árabe Unido) y la del Chorrillo (2-1 sobre el Atlético Chiriquí) liquidaron las opciones del Sanfra.

Leonardo Pipino, técnico del conjunto chorrerano, catalogó el torneo como un fracaso, pero dentro de todo supo encontrar buenas cosas.

“No tuvimos un buen torneo y no podemos pretender en los últimos dos partidos corregir todo lo que no pudimos hacer en el resto del torneo”, comentó el estratega argentino.

“Para los que trabajamos en el club es un honor hacer debutar a tantos chicos nacidos entre los años 1993 y 1994. Un plantel compuesto de jugadores de afuera (otras regiones del país) que pasó a ser, en un 75% de jugadores de casa, del club, con un gran futuro por delante”, valoró.

El Sanfra quedó fuera de la fiesta grande del fútbol nacional, luego de cuatro torneos consecutivos en que decía presente; sin embargo, Pipino sabe que es un riesgo que se corre cuando se entra en una etapa de relevo generacional.

“Será extraño para la gente, extraño para nosotros no estar en las semifinales, pero bueno, nos tocó así. Hay que asumirlo, analizar lo que se hizo mal, tratar de no volver a repetirlo en futuras ocasiones y aceptarlo, aunque esto va a ser una herida difícil de curar, por lo menos así será para mí”, precisó.

Según Pipino, además de la falta de experiencia del plantel chorrerano, fueron varios los factores que ayudaron a la debacle del Sanfra.

“Hay que fijarse en que tuvimos muchos partidos incompletos. Durante cinco partidos, tuvimos que prestar a la selección sub-23 tres de nuestros jugadores titulares. También hay que agregar que Roberto (Brown) sufrió algunas molestias, José (Garcés) estuvo fuera 20 días, el rendimiento de los extranjeros no fue el esperado y después también hubo algunos errores que seguramente nosotros como entrenadores cometimos”, concluyó.