Vivian Fernández de Torrijos es de esas mujeres que con su mirada angelical, voz paciente y resplandor, cautivan desde el primer instante en que se le conoce. Pero más allá de sus atributos y de su labor como esposa de Martín Torrijos, existe una mujer común y corriente, como cualquier panameña, que tiene sueños, metas y que más que nada desea triunfar en su rol de madre, esposa y profesional. Es así que nos adentramos un poco en su vida y, entre otras cosas, nos confesó algunas intimidades.

Su crecimiento en todos los aspectos: "Para ser madre, esposa y profesional lo más importante para Vivian es darle prioridad a su familia: "Mi familia es mi prioridad, y con mis hijos comparto todo el tiempo posible. Ellos saben que su papi está trabajando muy duro por su país y comprenden que su mami lo tiene que ayudar".

Clave para conservar la unión familiar: "La clave es amor y respeto. Cada miembro es importante y siempre consultamos las decisiones en familia. Además, contamos con la ayuda de Dios, que es un miembro importante de nuestro hogar".

La experiencia: Entre otras cosas, nos confesó que como es la segunda vez que Martín se postula a la Presidencia, esto les ha beneficiado, ya que han madurado: "En la primera contienda electoral, mis dos hijos mayores, Daniella y Martincito, eran muy pequeños, hoy están involucrados en la campaña de su papá. Hay un nuevo miembro de la familia en esta campaña, Nicolás, quien también comparte con nosotros muchas de las actividades, aunque es pequeño. Hoy, las cosas son muy distintas.

Hijos especiales: Consejos: "Daniella es para Martín y para mí nuestro orgullo. Daniella nos ha enseñado el valor del trabajo en familia, lo importante que es no darse por vencido y que los obstáculos en la vida se superan con ayuda y sacrificio. A las madres con hijos especiales, les puedo decir que trabajen con sus hijos; cada logro de sus hijos es un logro familiar. Dios nos da esos pequeños ángeles a quienes Él sabe pueden hacer la diferencia en sus vidas".

Su mayor impresión: "Me ha impresionado la voluntad de la mujer, que frente a las adversidades, saca fuerzas para seguir adelante. Igualmente, soy una de las tantas panameñas que no termina de entender cómo un gobierno que dirige una mujer puede estar tan distante de ellas, de sus luchas, de sus necesidades básicas, de los niños y niñas. Es realmente antagónico y triste".