Y la polémica de Pink continúa. Esta vez, la cantante es fuertemente criticada por los contenidos sexuales de sus canciones. Los sectores más conservadores de la sociedad americana decidieron boicotear a Pink y, con esto, levantar una protesta, no sólo contra los contenidos de su música, sino también de sus actuaciones en vivo. A lo que Pink contestó: "Mi música no es el club de Mickey..."
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