Experimentó y le fue mejor de lo que pensaba. Santiago Ojo, en sus primeros años como comerciante, cultivaba tomates y legumbres, pero como los precios cayeron, se dedicó a la venta y cultivo de plantas.
Este jardinero es oriundo de El Valle de Antón, tierra de cultivadores de plantas, y vino a probar suerte al Mercado de Abastos, donde se inició con 4 cajas, en la venta de vegetales y algunas plantas.
Al principio pasó trabajo, porque no se vendía y cuando el negocio tomó auge, otros probaron suerte y decayeron los precios; pero él no dejó la actividad y consiguió un puesto en la feria libre de Río Abajo.
Allí se la pasa cuidando sus plantas ornamentales y flores; confiesa que el trabajo no es fácil, porque hay que abonarlas y estar pendiente de ellas, para que sean atractivas a la venta.
En las mañanas, se dedica a la jardinería residencial y después de las 11 a.m., se encarga de su negocio.
Santiago lleva 20 años de su vida, dedicándose a las plantas, que ahora son su pasión.
PREFERIDAS
Todas sus plantas vienen directo de El Valle de Antón, su familia lo abastece. Lo que más compran las personas para invierno, son los camarones amarillos, helechos, plumagos, jazmines y crotos. Para el verano, las más gustadas son las veraneras. También vende canastas vacías.
En su puesto tiene más de 400 plantas chicas y más de 50 plantas grandes para la venta. Los precios van desde B/. 1.50, dependiendo de la variedad de la planta.
GALARDONES
Con la planta de huevo, ganó el primer lugar en un concurso en Penonomé, y el segundo puesto con la Cruz de Hierro.
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