Casi todos los medios salvadoreños amanecieron el día 20 de abril con la noticia de que eran tres los salvadoreños que habían salido como ganadores del Premio Centroamericano de Literatura Rogelio Sinán 2004-2005. Fue, en especial, la poetisa Carmen González Huguet la que se alzó con el mayor reconocimiento, ya que sus compatriotas, Salvador Juárez y Alfonso Fajardo, obtuvieron menciones honoríficas.
La obra "Palabra de diosa y otros poemas", según el fallo del jurado conformado por Luz Lescure, Irina de Ardila y el poeta mexicano Efraín Bartolomé, "combina estructuras tradicionales de factura impecable con formas contemporáneas de la poesía". El reconocimiento público se realizó en el día de ayer, pero lamentablemente Carmen González Huguet no pudo viajar a Panamá para recibir su premio, ya que hace un mes le realizaron una operación a corazón abierto y aún se encuentra convaleciente, por eso en su lugar, Sergio Vásquez, su hijo, recibirá un reconocimiento para su madre, pues esta mujer ha obtenido innumerables premios.
Entre los más importantes están una mención de honor en el Certamen Nacional UCA Editores (San Salvador, 1989); el Premio de la "Comisión Interamericana de Mujeres" en 1987; el primer lugar en los certámenes de "San Miguel" en 1988, "Juegos Florales de San Salvador" en 1993, "Santa Ana" en 1997, "Ahuachapán" en 1997 y otros a los que hoy se suma el Premio de Literatura Rogelio Sinán, uno de los más importantes para el istmo centroamericano.
Para que conozca un poco la pluma de esta escritora salvadoreña, a continuación el poema "Brasa en la llaga".
BRASA EN LA LLAGA
Brasa en la llaga, sal en cada herida, sombra en el sol, carámbano en el fuego, río de luz que fluye en ojo ciego, brújula encandilada y confundida.
Vas en mis venas como va la vida en el ardor oculto que trasiego y afirmas en mi pecho lo que niego con la voz traicionada y malherida.
Vas en esta palabra renacido con una decisión de ser tan fuerte capaz de hacer arder hasta el olvido.
Y yo, que renunciara a retenerte, me abandono en el cauce de tu oído, lengua del mal, guijarro de la muerte.
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