"Cuando uno llega a viejo, no consigue empleo". Así piensa el señor Modesto Cisneros Ortega, de 61 años, quien hace exactamente dos años decidió poner su negocio de venta de frutas cerca del Hospital del Niño.

Esta es ahora la manera de llevar el sustento diario a su hogar.

La decisión de vender frutas se debe a que sabe que a muchas personas les gusta la sandía, mangos, piña y otras frutas, todas saludables.

Este señor se levanta desde las 4:00 de la mañana. Primero va al Mercado de Abasto, donde invierte en la compra de frutas frescas alrededor de 40 balboas, y a las 3:00 de la tarde se retira para su hogar a descansar para iniciar al día siguiente la faena.

Vive en San Miguelito con su esposa e hijos. Reconoce que la situación económica cada vez esta más difícil, y esa fue otra de las razones por la que instaló su negocio.