Los bomberos de Hyogo, suroeste de Japón, trabajan contrarreloj para intentar rescatar a la decena de personas aún atrapadas en el amasijo de hierros del tren que se descarriló ayer, en una tragedia que ha dejado al menos 59 muertos y 441 heridos, según la agencia local Kyodo. El accidente se ha catalogado como la tragedia ferroviaria más grande en 42 años.