En cada pincelazo expresa el arte que lleva en sus venas. Claudio González, es un artesano Kuna, que desde muy niño empezó a tener pasión por su cultura y el ambiente geográfico que lo rodeaba, por lo que decidió plasmarlo en sus pinturas.

Este maestro del pincel quien utiliza en sus pinturas el seudónimo de "Iguaidipe", que en su lengua significa "Segundo hijo", domina las técnicas de oleo, plumilla, pastel y la acuarela, ésta última la explora a nivel comercial por ser más rápida de hacer, los materiales son menos costosos y son fáciles de transportar.

Recuerda que su maestro fue su profesor de educación artística, Rufino Pizarro, en el Primer Ciclo Básico de Chepo, quien le enseñó las técnicas que ha perfeccionado en la calle.

Desde los 8 años, empezó a vivir la aventura de la pintura y el dibujo, que es innato de la gente de Alto de Bayano en la comarca Madugandí, donde creció.

Hoy estudia historia y geografía en la Universidad de Panamá, estudios que ha podido cursar a punta de arte. Además es cocinero profesional, experto en la comida internacional, oficio que abandonó para pintar.

Con más de 35 años de experiencia, le gusta la técnica de la naturaleza, para destacar el paisaje, cascadas y las aves.

Pinta en el Casco Antiguo en San Felipe, porque convergen los turistas, y como a ellos les gusta llevar algo del lugar que visitan, pintan los edificios y paisajes propios del lugar.

Reconoce que los foráneos son los que más valoran el arte, al panameño le falta mayor cultura para valorar lo que los artesanos hacen.

Además combina la actividad con el diseño de las molas y la utilización de semillas para hacer pulseras, collares y aretes. Se destaca pintando su cultura, ya sea las indígenas semidesnudas o al natural, con parumas y molas.

ACCESIBLES

Las acuarelas cuestan entre 5, 8, 10 y 15 dólares, precios que dependen del tamaño y el diseño.