Sentado en un taburete y portando un sombrero pintado que compró en Penonomé, Bolívar Antonio Quirós tejía una jáquima al caer el ocaso, detrás de su casa, en El Estero de El Cristo de Aguadulce. Allí tiene su tallercito rodeado de varias plantas ornamentales, entre ellas. heliconias, y una gran cantidad de adornos relacionados a su quehacer.

"Boli", como es conocido este coclesano, dijo que aprendió el arte observando a su padre hace unos 30 años. "Por eso decidí seguir esta rutina, pero lo he superado bastante", apuntó.

Él confecciona desde jáquimas, jaquimones de terneros y caballos, elabora y repara sogas, arregla hamacas, entre otros.

Es tanto su profesionalismo que a veces tiene grandes pedidos para los sectores agropecuarios de Santiago, Las Tablas, Chitré y hasta para algunos ganaderos de Chepo. Reveló que a veces ha hecho facturas de hasta 700 dólares en un día. Sin embargo, precisó que el costo de los trabajos que realiza depende de la calidad del material que utiliza y del tejido que solicita el cliente.

"Con el favor de Dios, tengo 63 años y siempre me han gustado los negocios limpios", destacó.

Don Boli afirmó con seguridad que en la región no hay nadie que haga estos trabajos como él. Relató que le ha tratado de enseñar a un sobrino este arte, pues no tiene hijos; no obstante, recalcó que "a mi sobrino lo que le gusta es entrenar gallos".

Contó a DIAaDIA que su preocupación de que alguien herede esta actividad radica en que en un negocio lo difícil es tener una clientela fija y eso es lo que a Bolívar Quirós le sobra.

El tallercito que posee es muy curioso, parece un museo propio de esta actividad, ya que sobresalen las paqueras, las calabazas con que se hacen las churucas, hilos y tejidos en una gama de colores. Y como complemento de nuestra campiña interiorana no falta la cría de gallinas de patio y una bandada de güíchichis.

DISPONIBLE

Usted puede contactar al señor Bolívar Quirós llamándolo al 6661-6922.