No hay manera de que los conductores de buses de la línea Solisa entiendan que no deben obstruir el tráfico, el paso de peatones ni obstaculizar la visibilidad de quienes transitan por la entrada de Las Lomas y por la acera. Estos conductores guardan sus unidades en la vía hacia Las Lomas, en La Chorrera, en un local ubicado antes de llegar al INAC. Pero no todos caben en esa galera y dejan los buses sobre la acera o en la calle, lo que incomoda a conductores y transeúntes, que cuando salen de María Leticia para tomar la vía de Las Lomas, tienen que jugársela porque no tienen suficiente visibilidad, y quienes van a pie, deben tirarse a la calle. Además, allí lavan los buses. Al menos, no hacen escándalos, dice un lector, pero incomodan, sobre todo en las noches.