Murió por defender a su hijo. La familia López fue víctima de una brutal acción por parte de cuatro menores de edad y un adulto que entraron a la casa para robar.

El incidente se registró a la 1:30 de la madrugada de ayer, en el sector #7 de Gonzalillo en Alcalde Díaz.

Los sujetos encañonaron por la parte de afuera de la casa a Rosa Espinoza, abuela de la dueña de la casa, quien dormía en una habitación. Luego derribaron la puerta de atrás de la vivienda, para entrar al cuarto donde estaba Kennedy López, de 41 años, su esposa Lisseth Camarena y una sobrina de cinco años.

Mary Jo Espinoza, la madre de Lisseth, informó que su yerno se escondió detrás de la puerta, pero cuando vio que los maleantes llevaban cargado a su hijo Xavier López, de seis años, les dijo que se llevaran todo, pero que no lastimaran al niño. Los malechores no hicieron caso e hirieron de bala al pequeño en la pierna derecha y con un rozón en la otra.

Kennedy se abalanzó contra uno de los sujetos y le hizo una herida en el rostro, fue entonces cuando los fascinerosos le propinaron un tiro en el pecho y varias heridas con arma blanca. Kennedy quedó muerto en su propia cama.

Lisseth tomó a Xavier en brazos y corrió para solicitar ayuda a los vecinos cercanos, pero ninguno salió. Al final, otro que vive varias casas después, los trasladó a un centro médico.

En tanto, los antisociales salieron huyendo por la parte trasera de la vivienda.

Horas después, la Policía capturó a Raúl Ortega, de 19 años, y tres menores de edad que fueron arrestados en Nueva Libia.

Mientras tanto, aún se mantiene la búsqueda de un sujeto apodado "Papelito" que, supuestamente, también participó en el hecho.

La señora Mary aseguró que su nieto Xavier se mantiene estable, pero es triste ver las cosas que están ocurriendo.

Kennedy era prestamista y laboraba en una joyería en Calle 50. Ellos tenían siete años de vivir en la comunidad y, como toda familia luchadora, construían su casa poco a poco.

Una semana antes, la pareja había viajado a casa de la familia de Kennedy en Los Santos para informarles que se casarían por la iglesia. Sus familiares lo describen como un hombre trabajador, dedicado a su hogar y muy cariñoso.

Se cree que los maleantes residen en el sector 10 de Gonzalillo.

CONSTERNADA

La familia clama por justicia.
Cuatro personas están detenidas bajo investigación.