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A comer pescado
Hay que comenzar con el filete, para evitar las espinas. (Foto: Cortesia)

Sandra Marín | Nutricionista
Quienes cuidan bebés pueden convertirlo en un plato apetitoso, que fortalece los tejidos durante el crecimiento, y previene enfermedades.

¿CUANDO SE INTRODUCE EL PESCADO?

Hay distintas opiniones, sin embargo existe consenso que ya a partir de los nueve meses todos los bebés pueden y deben comer pescado como mínimo dos o tres veces por semana, sin embargo, cuando hay fuerte evidencia de alergia en los padre o hermanos puede posponerse hasta pasado el año de edad.

EL PROBLEMA DE LAS ESPINAS

Muchas veces el problema son las espinas (los niños tienen miedo a tragárselas o a atragantarse). Para solucionar este inconveniente, que lo es, nada mejor que ofrecerle siempre filetes limpios, por lo menos hasta que sea algo más mayorcito y pueda masticar con facilidad.

¿QUE CANTIDAD DAR?

La introducción del pescado en la dieta del bebé puede hacerse a partir del octavo o noveno mes. Una ración de 50 gramos de filete hervido y triturado con puré de tomate, sémola de arroz o verdura dos o tres veces por semana es suficiente para el bebé hasta que cumpla los 12 meses.

A partir del año, puede incrementarse esta cantidad a 80 ó 100 gramos diarios. Y cuando el niño ya vaya a la escuela, puede tomar hasta 120 gramos. Hay que tener en cuenta que el pescado tiene más desperdicio que la carne, por lo que hay que calcular raciones algo mayores al comprarlo.

De todas formas, "todas estas cantidades son cálculos aproximados, ya que el aporte de pescado debe adaptarse a la edad, peso y necesidades energéticas de cada niño", Además, el pescado - igual que la carne o los huevos- es un alimento que contiene muchas proteínas, pero la cantidad de proteínas que los niños necesitan a diario no es alta (debe representar un 15% de aporte energético). Por ello, es importante que no abusar de la carne y el pescado y combinarlos con otros alimentos como arroz, papas o pasta.

LAS VENTAJAS NUTRITIVAS DEL PESCADO

El pescado es un alimento muy rico en proteínas, necesarias para el crecimiento, la restauración y la sustitución de diferentes tejidos del cuerpo, y contiene también ácidos grasas, que reducen los niveles de colesterol en la sangre y, por tanto, el riesgo de sufrir enfermedades coronarias. Por ello, conseguir que el niño se acostumbre a comerlo desde sus primeros años de vida es una forma de prevenir el colesterol desde la infancia. Al igual que la carne, el pescado es rico en vitaminas del grupo B, vitaminas A y D y muchas sales minerales, pero es menos graso y más digestivo. Por ello, algunas madres creen erróneamente que alimenta poco o menos que la carne.





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