Por medio de terapias se puede mejorar. (Foto: Cortesia)
Redacción
| Creciendo
La mayor parte de los niños que tartamudean deja de hacerlo a medida que van creciendo.
Alguien que tartamudea suele emitir algunos sonidos más largos, le cuesta trabajo comenzar una palabra nueva, repite vocablos o partes de los vocablos y se pone tenso cuando intenta hablar.
Cuando se esfuerza por expresarse quizás pestañee rápidamente o le tiemblen los labios y la mandíbula.
En las causas hay una interrelación de factores biológicos-psicológicos y sociales.
TERAPIA
No existe una cura, pero algunas terapias de reeducación del habla y control de las emociones, pueden ayudar a impedir que los niños continúen con este problema durante toda la vida.
Es aconsejable hablar con la persona de forma pausada, manteniendo el contacto visual con ella.