No siempre el más grande ni el más gritón ni el que más plata tiene, gana las peleas. Muchas veces, importan más el ideal y las ganas de triunfar del combatiente.
La historia está llena de ejemplos de aquellos que con espíritu y mucha motivación, le ganaron a gigantes. Se tú uno de ellos. El hombre honesto no teme a la luz ni a la oscuridad.
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