
Con motivo del Día Internacional de la danza, más de 1.700 bailarines de todas las edades tomaron la capital mexicana para participar en un multitudinario encuentro que convirtió la urbe en una inmensa pista de baile.
"La danza es una terapia, especialmente en el mundo de hoy, donde hay demasiada violencia, demasiadas personas, demasiada contaminación. Es una forma de curarnos, porque si bailamos nos dedicamos al aspecto estético y nos olvidamos de todo lo malo", dijo a Efe Doriano Florizzeli, experimentado bailarín de danzón.
Tras más de 15 años en los escenarios, este hombre de origen italiano afincado en México se mostró convencido de que la danza es el "auténtico remedio" a los males de la sociedad actual y la única forma de conseguir una mejor calidad de vida.
Así lo indicó antes de salir a la pista de baile del Centro Cultural Ollin Yoliztli, en el sur de la ciudad, una de las 16 sedes del V Encuentro Plural de Danza, organizado por la Secretaría de Cultura capitalina y las demarcaciones de la urbe.
Allí, junto a su grupo "Dolce Vita", integrado por veteranos bailarines, compartió escenario con agrupaciones tan diversas como el grupo "Banshee", dedicado a la danza contemporánea, o el Ballet Ensamble de México, especializado en danza folclórica.
Alrededor de 600 grupos asistieron a este encuentro que se prolongará durante todo el fin de semana y, que además de espectáculos, ofrece ponencias y exposiciones, como la muestra "Diálogo Corpóreo", de los fotógrafos Ernesto Reynoso y Georgina Medina.
El objetivo es llevar la danza a numerosos rincones de la ciudad sin esperar a que el público acuda, explicó a Efe Consuelo Vázquez, coordinadora del evento.
"Queremos ir a lugares donde la gente cotidianamente no veía danza, como explanadas, quioscos o plazas, y no esperar a que el público vaya a los teatros, sino que los bailarines podamos ir y rescatar nuevos espacios", precisó Vázquez, quien también es directora de la escuela de danza del Centro Ollin Yoliztli.