Los chilenos atrasarán sesenta minutos sus relojes esta medianoche al comenzar a regir el horario de invierno austral, informó hoy el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Marina, entidad que controla la hora oficial.
La iniciativa significa que todo el territorio continental de esta nación austral y la Antártida quedarán con una diferencia de cuatro horas respecto a la hora internacional de Greenwich (GMT), en lugar de las tres que rigen durante el verano.
En el territorio insular occidental, que abarca la Isla de Pascua e Isla Sala y Gómez, en el Pacífico, también deben atrasarse los relojes y quedarán con una diferencia de seis horas respecto a la GMT.
Desde 1968, el horario de verano se extendía desde el segundo sábado de octubre hasta el segundo sábado de marzo.
En 2010, sin embargo, las autoridades decidieron atrasar el inicio del horario de invierno para mitigar la falta de electricidad y de calefacción que sufrían muchos damnificados del terremoto del 27 de febrero.
La medida se mantuvo el año pasado, cuando el cambio se produjo el 7 de mayo y se acortó el horario de invierno hasta el 20 de agosto con el argumento de que permite ahorrar energía y lleva aparejados atardeceres más tardíos que, según algunas estimaciones, redundan en menos accidentes de tráfico y menos hechos delictivos.