Lea y le aseguro que se relajará de tal manera, que el estrés se irá volando de su cuerpo y su mente. Hablar sólo de los problemas domésticos, del alto costo de la vida o del ambiente laboral, no sólo le indispone, sino que reduce su capacidad de reflexión.

En lugar de eso, más bien póngase a leer libros, periódicos o revistas que le puedan ayudar, no sólo a despejar su mente, sino también a mantener buenos temas de conversación, incluso, a fundamentar sus opiniones.

La lectura diaria estimula la creatividad, mejora la capacidad de concentración y, de paso, le ayuda a comprender lo que pasa a su alrededor.

No diga que no tiene tiempo. ¡Saque al menos 20 minutos al día para leer ese libro o revista que le interesa! Sólo de esa manera, leer se convertirá en un hábito muy placentero.