Muchos de los obreros arriesgan sus vidas en las alturas de lo que serán las nuevas gradas del Estadio Nacional Rommel Fernández. (Foto: Alcides Rodríguez / EPASA)
Gustavo Aparicio
| DIAaDIA
Marcos Campbell piensa en grande, es un fanático acérrimo del Fútbol Club Barcelona de la Liga Española. Sabe que su equipo no se coronará campeón este año, pero aun así, sueña con llegar a ver algún día a este prestigioso onceno en Panamá.
Él es uno de los más de 150 obreros que trabaja en la construcción de la Ciudad Deportiva, en Juan Díaz.
Aunque no tiene hijos, a sus 20 años de edad y con una carrera profesional que apenas inicia, Campbell observa hacia el horizonte y ve en un futuro a sus vástagos pisar el engramado del histórico Rommel que, a partir del próximo año, podrá albergar en sus gradas a más de 40 mil espectadores, el doble de lo que acogía antes de iniciar su remozamiento.
"La construcción de la Ciudad Deportiva me parece algo positivo. Me siento satisfecho de estar trabajando aquí, ya que este tipo de obras sirve mucho para la niñez y la juventud porque los ayuda a salir de la violencia y de los vicios", precisó Campbell.
El relato de Campbell hoy es sólo un sueño, pero podría convertirse en realidad una vez que estos trabajadores culminen la tan esperada obra.
Ellos saben que no será nada fácil, sobre todo, por lo arriesgado que para algunos representa laborar a alturas que rebasan los 15 metros, exponiendo sus vidas.
Sin embargo, saben que al final habrá una recompensa. Admiten que sólo con la dedicación y el esmero en su trabajo podrán algún día ver florecer a grandes luminarias panameñas del deporte, o quien sabe, apreciar desde las gradas a Leo Messi, Raúl González o al mismísimo Cristiano Ronaldo, a la espera de corear al unísono: ¡goooool!
PROYECTOS
Ya se construyen dos canchas sintéticas para fútbol, un centro de alto rendimiento y el salón de la fama.