Todos tenemos buenos y malos hábitos que forman parte de nuestra personalidad.
En lo que respecta al estudio, casi nadie tiene costumbres positivas, sino, más bien negativas, que más que nada son vicios o deficiencias a la hora de estudiar.
Al presentar malos hábitos de estudio, los conocimientos no se podrán aplicar de forma práctica cuando llegue la hora de trabajar. Se tendrá una formación profesional deficiente.
¿CUALES SON LOS MALOS HáBITOS AL ESTUDIAR?
El abuso de la memoria.
Dependencia excesiva del maestro
Mala planificación de las actividades y deberes escolares.
Léxico pobre y limitado por no leer con frecuencia.
Deficiente o nula participación en clases al no hacer preguntas ni cuestionar al maestro o profesor por temor a que éste responda despectivamente o de forma sarcástica.
No disponer de un lugar adecuado para estudiar y hacerlo a diferentes horas y en forma alternada.
No leer correctamente y estudiar mientras se hacen otras actividades como: comer, oír música, ver televisión, chatear, hablar por teléfono.
No tomar apuntes ni notas aclaratorias.
Mostrar una actitud pasiva y de rechazo.
Perder el tiempo en clases al permanecer desconectado de la misma.
LOS BUENOS HABITOS DE ESTUDIO
Se obtienen a través de la práctica, de la repetición continua y voluntaria de las actividades escolares. Para ello, hay que planear y distribuir adecuadamente el tiempo dispuesto para estudiar. Por tanto:
Estudiar en un lugar tranquilo y apacible. Sin que medie la radio, o el televisor encendidos.
Utilizar el diccionario y consultar enciclopedias; visitar con frecuencia las bibliotecas para obtener información oportuna.
Descartar el uso de la Internet: se convierte en una herramienta eficaz para el desarrollo de la pereza.