La familia Valdez Castillero no sólo es pobre, también se está quedando sin esperanzas, pues han perdido una hija.
En esa casa nadie ha podido conseguir trabajo, máxime cuando dos ancianos, que pasan de 80 años, deben cuidar de cuatro nietos que se han quedado huérfanos.
El mayor de estos muchachos, Ubaldino Araúz, de 18 años, pidió a los lectores de DIAaDIA que le consigan un trabajo, pues su mamá se murió y tiene que ayudar a sus abuelitos.
La casa donde viven tiene más de cuarenta años.
|