En la cuenta regresiva camino al centenario, el corregimiento de Calidonia se vislumbra como una comunidad más turística.
Aunque cuenta con más desarrollo empresarial, sus moradores tienen una lista de peticiones: que se acaben los enfrentamientos y el derramamiento de sangre entre sus habitantes, que la mayoría de los jóvenes, presas de las bandas, cambien de actitud y que el apoyo de las autoridades sea más eficiente. Además, piden mejores viviendas y mayor seguridad al transitar por sus calles y avenidas.
A pesar de la marginación de este corregimiento, catalogado como "zona roja", en los últimos años se ha dado un giro en el sector vivienda, donde el hacinamiento, la insalubridad y "los amigos de lo ajeno", hacían de varios sectores un área llena de pesadillas, zozobra y descontento.
CRECIENDO CON EL BARRIO
Pese a todos los problemas sociales mencionados, hay personas, como el español Miguel Crespo, quien llegó a suelo patrio a la edad de 11 años, que han sabido aprovechar las oportunidades para crecer en los negocios en este corregimiento.
A esa edad, sólo ayudaba a su padre en una zapatería, pero heredó esta actividad y, actualmente, tiene dos locales.
"Y no es porque yo sea extranjero que he tenido éxito", aclaró, pues confesó que creció en esta comunidad donde los asaltos a los asiáticos eran constantes y el ladrón era de meterse las cosas al bolsillo y andar como si nada hubiera pasado. Así era el ambiente de Calidonia en el año 1964.
Por su trayectoria y aporte al desarrollo de esta área capitalina, fue designado como abanderado oficial para la celebración de los 91 años de este corregimiento que, según el Artículo Nº 5 del acuerdo Nº 6 del 29 de abril de 1915, el Consejo Municipal designa a Calidonia como corregimiento.
SU GENTE Y SUS PERSPECTIVAS
Recorrer Calidonia es inmiscuirse en la historia patria, puesto que desde la época republicana fue un sitio que hizo grandes aportes a la identidad de los panameños. Por ejemplo, con la Construcción del Canal fue invadida por trabajadores de muchas islas del Caribe.
Es en la Escuela República de Venezuela donde, generalmente, se originan los movimientos de los educadores panameños de todo el país, por ser un punto estratégico para sus luchas.
"MUCHOS PASAMOS POR ALLI"
Muy cerca está la Calle 25, donde hoy día muchos residentes de Panamá Oeste abordan ilegalmente un transporte colectivo para llegar a sus hogares. Otro de los sitios populares es el Mercadito de Calidonia, instalado sobre la Calle 24, vía que hasta el año 1970 todavía era transitada por autobuses, pero hoy día alberga a unos 40 buhoneros y 40 vendedores de legumbres.
Cirilo Centeno, presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Legumbres, solicitó a las autoridades locales apoyo para mejorar la imagen de este comercio y no quedarse rezagados del progreso.
EL CANCER DE LA CAPITA
Al transitar por "Calle P", los olores nauseabundos, debido a la acumulación de basura, y la colmena de indigentes, preocupan a la ciudadanía. Más adentro, detrás del cuartel de San Miguel, tanto en la barraca Cuna de Lobos como en los multifamiliares de la Calle José Higinio Durán, los moradores exigen la presencia de las autoridades locales, debido a las constantes balaceras y los enfrentamientos entre bandas.
Denunciaron que un vivo ejemplo del olvido de las autoridades es el estado del parquecito del área, el cual está en franco deterioro.
En tanto, a pocas cuadras de la Avenida Balboa, el panorama es mejor; la invasión de hoteles e instituciones públicas, al menos así lo proyectan.
SON PRIVILEGIADOS EN SALUD
La directora Médica del Centro de Salud de Calidonia, Lourdes Moreno, aseguró que los casos más atendidos por esta unidad médica son enfermedades respiratorias y dermatológicas. Explicó que, en esta entidad, se está aplicando el programa Pro Salud 5, que ofrece atención gratuita a todos los pacientes. No obstante, requieren de la construcción de un muro de contención en la parte trasera del centro para evitar más rajaduras en las paredes.
¡QUE TIEMPOS AQUéLLOS!
En los predios de la cantina La Magnolia, un grupo de adultos mayores, temerosos a hablar de las cosas malas del barrio, recordó que la niñez y la juventud de Calidonia era respetuosa. El señor Manuel Alfredo, a sus 60 años, dijo que "los pelaítos pasaban y te decían: buenas tardes, buenos días. Hoy en día, los padres tienen la culpa de que eso no ocurra, porque no se les educa como se debe", puntualizó.
Acotó que "antes nos daban tres latigazos; hoy predominan las palabras obscenas y golpes con las manos. Los maestros nos aconsejaban, pero si eso pasa hoy, las mamás les quieren pegar a las maestras".
El concejal Ramón Ashby Chial dijo a DIAaDIA que, aunque hay zonas rojas, en la comunidad no todo es agresión, pues también existen buenos profesionales.
Afirmó que con el apoyo de grupos evangélicos y personas que estuvieron presas en las cárceles, van a desarrollar un programa de resocialización.
Uno de esos grupos son "Los Cofos", quienes se proclaman "temerosos". De acuerdo con Ashby Chial, se prevé bajar los índices de violencia. Comentó que en 1999 se reportaban dos homicidios por semana; eso ha disminuido, no así las constantes balaceras, por lo que considera que hay que apretar un poco más la mano contra el hampa.
El nombre de "Calidonia" se da en homenaje a los liberales caídos en la batalla en el puente de Calidonia contra los conservadores.
En la actualidad, Calidonia ha hecho grandes cambios, se ha convertido en sitio de tránsito de toda la urbe capitalina y sus alrededores, y en foco para el movimiento comercial.
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