Ayer se realizó la quinta parada del Desfile de Las Mil Polleras y asistencia fue lo que faltó, al menos así lo pudimos comprobar, luego de recorrer calle 50 y después de entrevistar a varios de los presentes. Pero, a pesar de la poca concurrencia, se pudo ver una que otra pollera engalanando esta avenida.
El reloj marcó las 3:00 p.m. y con ello llegó la lluvia, para deslucir el lujo, el donaire y la vistosidad del vestido más hermoso de la tierra: "La Pollera".
Tal contratiempo no impidió que decenas de delegaciones, de todas partes del país, mostraran sus mejores atuendos y ritmos. Basquiñas, montunas, traje congos, camisillas, sombreros pinta'os, en fin, todos los atuendos de nuestras tradiciones y costumbres se pudieron apreciar.
Conjuntos folclóricos como el de Río de Jesús, de Veraguas; Orgullo Normalista; Ritmos y Raíces Panameñas; Panamá, Música y Danza, del Instituto América, fueron algunos de los presentes y que con sus piezas interpretadas pusieron a los presentes a bailar.
Además de esos conjuntos folclóricos, pudimos apreciar algunas tunas por allí, como la de Calle Arriba de Las Tablas con una pequeña delegación.
En cuanto a los pocos carros alegóricos que desfilaron, algunos estuvieron muy llamativos, como el del Carnaval de Panamá, en donde se pudo apreciar a la actual reina Kathya Real, de quien se dijo que aún no sabía mover la pollera, cosa contraria a lo que sucedió con la segunda princesa, Irelys De León y también señorita Folclore 2006, quien iba en un carro del Ministerio de Desarrollo Social.
Un carro que no podemos dejar de mencionar fue el que llevaba a la reina de reinas, Esa Cabellera Blanca.
LO FEO
Todo no fue perfecto, además de la lluvia y la falta de gente, debemos mencionar que a diferencia de otros años, se pudo notar la falta de organización del evento. Las pocas delegaciones que se apreciaron tenían mucho espacio entre una y otra, demoraban mucho.
Además, hubo pocas polleras de lujo, se podían contar con los dedos. ¡Qué lastima!
Conversamos con uno de los mayores exponentes de nuestro folclore, Edmundo De La Cruz, quien participó del desfile, y éste nos dijo: "A diferencia de otros años, la publicidad ha sido muy baja, y eso es lo que está afectando este evento, que otros años ha tenido una mejor acogida. Es muy triste no tener un público. Este país está lleno de turistas, la gente que está libre los domingos, ¿dónde están?", dijo.
LO BUENO
No hay que dejar por fuera que lo bueno de todo fueron las delegaciones que viajaron de tan lejos para mostrar sus tradiciones, a pesar de sus dificultades. Y lo hicieron muy bien. ¡Hay que meterle mano!
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