Amigos, para el único panameño que estuvo en la boda real, el embajador de Panamá en Londres, Gilberto Arias, la boda fue una ceremonia impecable, y en la que se percibía a la pareja de príncipes muy enamorados.

Imagínense que el embajador nos confesó que la ceremonia fue como cualquier otra, en la que los invitados conversaban normalmente entre sí, pero al momento en que el príncipe hizo su entrada, todos los presentes guardaron silencio, mostrando así el respeto por la realeza.

"El ambiente era cálido, y la pareja transmitía la relación íntima que tenían en el altar, conversaban y susurraban. Era muy bonito", expresó Arias, quien añadió que la boda real cumplió con todo el protocolo que exigía.

¡Ah!, pero eso no es todo, porque otra de las cosas que llamó la atención de Gilberto fue cuando, terminada la ceremonia, la pareja salió al balcón del palacio de Buckingham a saludar al público, que no se perdió de un detalle. Después de esto, ambos salieron en un auto Aston Martin descapotable azul, que llevaba la placa de "recién casados" y adornado con globos.

¿Y Durán?

¡Oye!, en Londres no todo fue la boda real porque el que también robó protagonismo fue la leyenda Roberto "Mano de Piedra" Durán.

Según nos comentó Arias, Durán tuvo varios eventos ayer, y él fue invitado a una cena que se dio en el este de Londres, donde el boxeador era el ídolo del lugar, pues sus fanes no paraban de tomarse fotos y conversar con el deportista. "Ya ustedes se deben imaginar cómo está Durán, ya conocen su carisma. Pero de verdad es un ídolo", manifestó Arias.