La humedad en las paredes son un problema a la hora de pintar. Por eso, antes de proceder a pintarlas debe localizar lo que produce esta humedad, y atacarla según sea el caso. Si la molestia persiste, debe intentar con productos especiales para secar la pared. Una vez que haya logrado controlar la humedad, puede poner manos a la obra. Primero, con una espátula de metal, retire los residuos de pintura vieja que tenga la superficie y podrá controlar un poco más la humedad. Deje respirar las paredes alrededor de un día y después proceda a pintarla como normalmente lo hace. Las manchas habrán desaparecido y sus paredes lucirán como nuevas. Donde más notará el cambio es en el resultado posterior al pintarlas.