Como dijo un sabio alguna vez: "Mientras haya niños en el mundo, la esperanza será un sol sin ocaso". Y es que los niños son los portadores de nuestro futuro, un futuro que se encuentra en nuestras propias manos y el cual debemos procurar que esté lleno de mucho amor, cuidado, apoyo material y espiritual. Estos elementos le darán la oportunidad al niño de crecer, aprender y desarrollarse plenamente en un mundo en el que cada día resulta más difícil sobrevivir.

Hoy, en el marco de la celebración del "Día del Trabajo" en Panamá, decidimos hacer algo diferente, que por lo general está llena de muchas manifestaciones por parte de trabajadores que demandan mejores condiciones laborales; así como un aumento del salario mínimo.

En esta ocasión, visitamos el Centro Infantil San Judas Tadeo, en el área de Llano Bonito en Juan Díaz, que por espacio de cinco años se ha dedicado a inculcarle a sus jóvenes estudiantes lo que significa el Día del Trabajo.

"Siempre escuchamos a un niño hablar de lo que quiere ser cuando crezca. En nuestro centro tratamos que este sueño se le haga realidad. Ellos se visten como gente grande, hablan como ellos y, sobre todo, aprenden el significado de esta fecha", dijo la directora del centro, Aracelys González.

En nuestro recorrido, que fue por espacio de dos horas, observamos cómo los niños disfrutaban de estar vestidos como personas adultas. Ellos vivían en carne propia su papel, y lo actuaban de forma tan espontánea y real. "Yo soy un granjero. Tengo cinco vacas", gritaba un niño. Una niña respondía: "Yo soy una profesora igual que mi mamá. Le enseñaré a todos los niños a leer".

No existe la menor duda de que los niños son flores en el jardín de la vida, las cuales no debemos dejar marchitar. Procuremos brindarle de hoy en adelante a ese gran tesoro llamado niño, todas las herramientas necesarias para que en el futuro sean los verdaderos herederos del mañana.