Una de las malas costumbres que tienen las personas hoy día es no saber decir "no". Cuando usted recibe una sugerencia, orden, pedido o un favor, lo mejor es detenerse y analizar de qué se trata antes de contestar; sobre todo si la decisión implica algún cambio. Para eso lea lo siguiente:
No se deje "extorsionar", ya sea por el grupo, su familia o sus hijos.
Si se encuentra con alguien que la presiona o arremete verbalmente, puede demorar la respuesta sin mostrar señal alguna y decir: "prefiero pensarlo". Este tiempo para reflexionar le servirá para no responder impulsivamente ni bajo presión y decidir qué es lo mejor para usted.
Ensaye la negativa frente al espejo, esto ayuda a descargarse.
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