Quienes se enamoran de adictos a las drogas o de personas con desequilibrios mentales, son individuos que se enredan en situaciones de pareja donde el amor es un fin a conquistar en sí mismo. Sueñan con salvar al hombre o a la mujer que aman, y piensan que si él o ella cambiasen encontrarían la recompensa en el amor compartido. Esos enamorados sufren el amor equivocado y son capaces, en la vivencia de ese enamoramiento intenso, de justificar la ira, la depresión, la crueldad, la indiferencia, la deshonestidad o la adicción de sus parejas. Creen que es posible el cambio y que de ellas mismas depende la solución del problema.

Es por eso que debe leerse estos consejos para que sepa lo que le conviene antes de enamorarse.

CONSEJOS:

No crea ciegamente en las palabras de la otra persona al comenzar una relación, ya que siempre se trata de agradar a los demás y no se muestra el verdadero yo hasta que pasa un poco de tiempo y se alcanzan niveles mayores de confianza.

No piense que quererse es estar siempre de acuerdo con su pareja en todo. No hay dos personas idénticas. No tener nunca alguna discrepancia con la pareja es síntoma de que una de las dos personas no se está mostrando tal y como es.

Acepte las diferencias que surjan desde el respeto, sopesando y asumiendo hasta qué punto la persona puede cambiar. Como mucho, podrá modificar algunos aspectos de su personalidad con cariño y esfuerzo por ambas partes, siempre y cuando la persona considere que ha de hacerlo.

En la relación hay derechos y deberes que han de marcarse y que han de ser respetados por ambas partes al mismo nivel.

Cuando crea estar enamorado, trate de abrir bien los ojos y no se conforme con lo que ve en un primer plano, puede que su príncipe o princesa a la larga acabe convirtiéndose en rana.

Desde la primera vez que vea que la persona tiene problemas de adicción o conflictos serios de personalidad, lo mejor es que abandone el barco, si asume la responsabilidad.