Si trabaja, dé gracias a Dios y siga con esa labor cotidiana, disfrutando de los frutos que cosecha, porque suda día a día.
Un día como hoy, en el año 1886, debido al crecimiento de la masa trabajadora, los constantes abusos y las inhumanas condiciones laborales existentes, además de las agobiantes jornadas de 12 horas de trabajo en los Estados Unidos, ocasionó enfrentamientos entre la clase obrera y los patronos.
Esos enfrentamientos provocaron que en Chicago, se dieran muchas muertes y heridos; fueron apresados 11 dirigentes de los obreros y ahorcados el 4 de noviembre de 1886. Todo esto, por no haber sido respetada la Ley Ingersoll de 1884, que decía que a partir del 1 de mayo de 1886, los horarios de trabajo serían de ocho horas. Por eso, cada año, el Día del Trabajador se celebra como un homenaje a todos los hombres y mujeres que cumplen con una esencial norma de vida en las distintas actividades, logrando con su labor cotidiana, fortalecer el espíritu, forjar el carácter y sentirse dignos ante la familia y la sociedad en la que viven.
RECOMENDACIONES
Para un buen desempeño laborar haga los siguiente:
Ejecute el trabajo con la intensidad, cuidado y esmero apropiado y en la forma, tiempo y lugar convenidos No falte al trabajo, sin causa justificada o sin permiso del patrón. Observe buenas costumbres durante las jornadas de trabajo. No llegue tarde al trabajo. Sea honrado y cuide las herramientas de trabajo.
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