¡Qué triste! Florinda Tócamo está sola y desamparada en la capital. Verla caminando con sus pies descalzos por los pasillos del Hospital del Niño es para quedarse con la garganta seca.
¿Qué la trajo hasta aquí? Esta indígena darienita, de la comunidad emberá Matugantí, contó que el pasado sábado mientras sancochaba unos plátanos, para el desayuno, su hija Keisibeth Sanapí se resbaló y cayó en la olla de agua caliente que estaba puesta en el fogón. El brazo izquierdo fue el más afectado.
En vista de que no hay médicos en la comunidad, tomó a su hija y salió en una piragua hasta el poblado de Boca de Cupe. Desde allí, fue asistida por el helicóptero presidencial, que la trasladó hasta el helipuerto del Hospital Santo Tomás, para su debida atención médica. Llegó el domingo a eso de las 7: 00 a.m.
"No sé leer ni escribir y ojalá alguien me pueda ayudar, pues no conozco a nadie por acá", expresó Tócamo, mientras se dirigía a la oficina de evaluación socioeconómica del nosocomio infantil. Mientras tanto, su hija se mantiene bajo observación médica en la Sala de Quemados del Hospital del Niño.
FAMILIA
Florinda tiene tres hijos. Keisibeth es la más pequeña. Las condiciones en que viven son de pobreza extrema.
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